Hay momentos en la vida en los debes pararte, respirar hondo y pensar... pensar en qué es lo que fue bien y qué mal... pensar en cómo solucionar lo malo y potenciar lo bueno... la trampa de esto es que a veces no hay solución para lo malo y lo bueno no es suficiente... pero ten cuidado, porque quizá esa solución no es que no exista sino que esta oculta tras una capa de pensamientos negativos que no te dejan verla y ahí comienza la desesperación... o la aceptación, quizá de algo que no tiene porque ser así pero que nos resulta inalcanzable...
Pero la vida es esto... no siempre se puede encontrar la solución a todo, porque sin errores no se valoran los aciertos.
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