miércoles, 15 de enero de 2020

Todo




Desde las sombras acechó. Apenas perceptible... sigiloso y con calma se fue esparciendo hasta invadirlo todo.
Se supo ocultar a la perfección tras esa sensación de infelicidad continua, esa creencia de que nada volvería a ser. Después se fue transformando, ya no quería estar allí y eligió otro lugar, uno que, ayudado por las circunstancias, sin querer, le dejó quedarse.
Se acomodó y allí permaneció... no dio explicaciones, tampoco se las pidieron.
Y con el paso del tiempo se fue haciendo cada vez más grande. ocupando cada vez más espacio, más sensaciones, más sentimientos... y al fin, se propagó de tal manera, que todo era eso.
No quedaba hueco para nada más, solo un vacío existencial, un sentimiento de culpa del que no se pudieron deshacer. Y ahí, en medio de esa inmensidad, solo les quedaba decidir.
Decidir si quedarse ahí esperando a que desapareciera, o irse, dejándolo solo con su propia existencia.
Pero lo que no esperaba es que cada uno eligiera un camino, y aún con esta sucesión de acontecimientos, supo que siempre los mantendría unidos, adherido a ambos hasta el fin de sus días.

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