
Intentas parecer tranquila... buscas su mirada en todo momento y notas que él también está nervioso. Y allí, los dos, mirando la luna, hablando trivialidades... risas... miradas cruzadas... una frase que sus labios pronuncian y llega el momento esperado... más miradas, sonrisas y nervios... Coge tus manos, te mira a los ojos, notas como todo tu cuerpo siente la emoción del momento. Al final, un truco de magia... los ojos cerrados, sintiendo sus manos en las tuyas, sus palabras que te acarician como el terciopelo... autentica magia, de la que perdura a través del tiempo... de la que nunca te olvidarás... Y tras una noche de emociones... te decides, te armas de valor y se lo dices, le dices esas palabras que tanto habeis deseado... dos sonrisas enormes se dibujan en vuestras caras ilusionadas.