¿Cómo te sientes cuando descubres una parte de ti mismo que no pensabas que existiera?
Es como un portazo en las narices, como un querer y no poder, un momento de shock... y deseas que no sea así, que no seas así, pero lo eres, y esa es toda la verdad. Aún así, aún sabiéndolo, dentro de ti tienes esa lucha interna que te hace negar lo evidente...
¿La solución? aceptarlo y actuar en consecuencia. Pero a veces es demasiado difícil, demasiado arriesgado...