Es increíble como un suceso aislado puede cambiar toda tu forma de ser...
Antes del suceso las palabras brotaban transformando mis pensamientos en conversaciones conmigo misma plasmadas en un papel para poder volver a ellas siempre que quisiese, pero todo cambió... después de aquello soy incapaz de volver a escribir de aquél modo, incapaz de desahogarme, de liberarme de las dudas, de los temores que me acechaban cada día... Aún así, sigo escribiendo pero no hay comparación alguna con lo escrito hace ya tanto. Para bien o para mal ese suceso cambió mi vida, mi forma de ser, una parte de mi murió allí, y duele, duele pensar que no sé si sirvió para algo... Eso era mío, solo mío, nadie debío haberlo tocado jamás pero lo hizo.
Convirtió mi más gozosa forma de liberarme de las preocupaciones en una trampa, en el temor a volver a escribir... No, no puedo y dudo que algún día pueda volver a hacerlo...
Esta es una de mis cargas... ¿cuál es la tuya?
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