Quisiste creer, pero algo en ti te decía que todo era una farsa, palabras huecas sin sentido alguno.
Quisiste amar, pero el sentimiento no te fue devuelto.
Quisiste odiar, pero fuiste incapaz de ello.
Quisiste olvidar, pero todo aquello quedó por siempre grabado en tu recuerdo.
Quisiste herir, y lo conseguiste... por que nadie puede hacer más daño que quien más te conoce.
Pero también quisiste ser perdonado, y quizá esto, fue lo más difícil de todo.