Me falta el aire... el corazón se me acelera... noto sus latidos, cada vez más raudos... por mi mente solo pasan recuerdos del ayer... frases que se dijeron... frases que me gustaría decir... pero todo queda ahí, en mi mente. Por mucho que me lata el corazón no tengo fuerzas... cada vez me falta más aire, no puedo respirar... deseo con todo mi corazón poder hablar, decir todo eso que tengo dentro... mas no es algo que pueda expresar con tanta facilidad, sentimientos, momentos, acciones, reflexiones, conexiones inimaginables, creaciones de una mente que grita en silencio...

Nervios... el momento se acerca... tienes la sensación de que se te ha olvidado todo... dos meses preparándolo y de repente... tu mente está en blanco, no paras de moverte, mirar a tu alrededor, ver las caras de la gente, también nerviosa... y por fin... la música, notas que conoces muy bien. Alguien baila, y después más gente, te unes a ellos/as, recuerdas todo, todos los pasos, los movimientos, todo lo que has estado ensayando desde hace tanto tiempo... los nervios se convierten en emoción, adrenalina... Gente formando un círculo alrededor miran, graban el momento, y sin más termina, cada uno por su lado, como si nada hubiera sucedido... 

Te reúnes con el grupo, abrazas a tu pareja de baile, todo ha salido bien... ahora a otro lugar, los nervios han desaparecido, solo quieres más... 

Tras el baile viene el descanso, entablar conversaciones que pueden parecer banales pero que no lo son tanto, conocer más a tus compañeros/as... 

simplemente: un maravilloso día.

Sentada en una habitación que guarda tantos recuerdos... acurrucada entre peluches casi sin moverme, las primeras notas de una canción que se repite una y otra vez hacen que mi mente vuelva a ese tiempo, a esos recuerdos... como si de una película se tratara lo recuerdo todo, o al menos todo lo que aún conservo en esta mente que a cada instante quiere aprender a olvidar... olvidar no para que desaparezcan sino para aceptar que ya no están, que se formarán nuevos recuerdos y que dentro de unos años lo que recordaré serán estas noches de soledad en esta habitación que guarda tantos recuerdos...

Demasiados pensamientos girando dentro de mi mente. Creí poder ordenarlos, mantener prioridades, saber qué es lo que quería en cada momento. Pero no es así... a cada instante se desordenan, entremezclan y separan con una rapidez pasmosa... mi mente no es capaz de asimilar toda la información que le llega y mi corazón no la ayuda... él va por su lado, como si no fuera cosa suya, sin darse cuenta de que es uno de los más importantes factores en esta ecuación.

"Que buen segundo es el segundo antes de que pase algo"... y cuando pasa... desearías haberte quedado en ese segundo en el que todo era perfecto, en el que no sabías cómo saldría todo, la esperanza intacta hasta que se rompe al ocurrir el hecho en sí mismo. La espera puede llegar a ser angustiosa pero el desenlace puede acabar con todo...

¡¡PUMM!! 

...todo explotó...